domingo, 15 de agosto de 2010

mensaje

¡Invasión!
¡Un mensaje!
¡A sus puestos!
¡Corneta de rebuznos!
¡Cuchillos enhiestos!
¡Posición de erizo insular!
¡Zafarrancho de combate!
No, escrutemos primero el registro de vivos y muertos.

Hacia adentro.
Ojos hacia adentro, piernas hacia adentro, dientes afilados.
Hacia adentro.
Hacia nuestros orígenes: la belleza de nuestros acantilados no se ha forjado a fuerza de caricias sino de golpes y azotes.

¡Rápido!
¡La lápida!
¡Escarbemos la tumba!
¿Estará de cuerpo presente?
¿O será otro fantasma?

Según parece, tu cuerpo sigue vivo, tendremos que actualizar nuestros archivos.
Pero...
¿No habías dicho que morabas en la región del silencio?
¿No pretendías reinar en un nuevo infierno musical?
¿A qué se debe entonces esta misiva?
Sí, admito que todas las noches meaba tu tumba, pero lo hacía para que no se resquebrajara la piedra, para alimentar a algún sapo sediento, para beneplácito de las hormigas.
Bueno, sí, lo acepto, también para darte lo que nunca habías probado.
No podía saber que no estabas bajo tierra, con la boca abierta, esperando que te nutriera desde arriba.

¿Qué ha sucedido?
¿Te has despertado?
¿He sido yo?
¿Me has oído?
¿Me has olido?

Después de cuantiosos ciclos de seísmos, marejadas y pestes, decidimos abolir el tiempo por justicia hacia nuestros muertos, hacia nuestros muertos podridos, no hacia esos que nunca recordamos. Ya nadie podrá decir que vivimos en un territorio de locura, que somos descendientes de tal abominación o de tal suicida. Erradicado el tiempo, cohabitamos con nuestros vivos y con nuestros muertos, lidiando y divirtiéndonos con fantasmas y apariciones, con voces de otras islas, con ojos de animales, con alas de insectos.

Y tú, ¿qué quieres?
¿Tú quieres?

Mucho nos queda por explorar.

¿Y si fuese mentira que somos un paraje de ciclones y tempestades?
¿Y si fuésemos una isla de resurrecciones?

1 comentario:

Darío Mazzanti dijo...

hermosa la imagen del muerto en su ataúd recibiendo (y esperando) la meada de todas las noches. hermosa, perversa y oscura
tan complejo como tu psiquis